La historia de transformación física de Idel y Zara Edgar ha recorrido los tabloides por los deficientes resultados de una serie de cirugías plásticas y procedimientos estéticos que se realizaron en Turquía. Los Edgar vendieron sus pertenencias para auspiciar el sueño de un “look de Instagram”, sin embargo, ahora viven las consecuencias de ello en sus propios cuerpos.
La pareja contó a medios locales ingleses su experiencia buscando mejoras estéticas en el país medioriental. Zara, de 36 años, se hizo en noviembre de 2022 procedimientos en senos, glúteos, abdomen, y junto a su esposo Idel se implantó carillas dentales para renovar su sonrisa.
A 5 meses de los procedimientos, aún Zara no se recupera por completo y tiene amplias cicatrices, y su esposo está insatisfecho con su nueva dentadura, puesto que siente que esta es inestable y puede salirse en cualquier momento.
Zara, que solía trabajar como empleada bancaria, dijo: “Estaba tratando de lograr ese look de Instagram, donde todo es perfecto. Pero nunca haría eso ahora, no vale la pena”. “Solo acéptate tal como eres. Ojalá lo hubiera hecho. Lo lamento mucho. “Me siento tan molesta por eso. Quería sentirme bien en mi bikini.
El Daily Mail informó que la pareja pagó un paquete con la clínica que incluía una estadía de 11 noches en un hotel, además de gastar otras 1.000 libras esterlinas en comida. Así mismo, el New York Post declaró que el matrimonio vendió su casa en Manchester para poder financiar estos gastos.
A pesar de que ella era quién más retoques deseaba hacerse, Idel le decía que era muy hermosa como estaba, alto que admite que le gustaría haberle escuchado, ya que su barriga “se siente como si hubiera metal dentro” y eso la hace muy infeliz.